INTRODUCCIÓN
El libro “Ética para Amador”, de Fernando Savater.
En cierta forma, el autor lo escribe para cambiar el típico reproche de un
padre a su hijo, dejándole algo mucho más original y especial, un manual de
ética que servirá para toda la vida, tanto para él, como para todos los
lectores que reciban el aprendizaje de este,
y los cuales podrán consultarlo cuando y donde deseen, sin que sea una
imposición y un tedioso sermón. Es un libro con valiosas enseñanzas, el que se
desarrolla como una charla de padre a hijo en un recorrido de nueve absorbentes
capítulos, donde su propósito es transmitir el arte de vivir la buena vida
humana y el secreto de cómo saber elegir
entre lo bueno y lo malo.
El autor, lo que hace al escribir “Ética para amador”
tiene un propósito fundamental y único, debido a que le entrega al receptor una
base sobre la ética con un significado moralizante y reflexivo de este, porque
tiene en cuenta que, al escribir este libro debe considerar una idea universal
sobre lo ético, algo que incluya a todas las personas, culturas y razas.
Es por esto que en los siguientes párrafos se relata
un resumen de cada capítulo, con los puntos más importantes de la lectura, que
dejan entrever el propósito del autor; y los cuales irán de la mano con un
análisis reflexivo sobre cada uno de los 9 capítulos, y el cual incluirá tanto
la opinión y creencias del autor, así como un consenso de opiniones vertidas de
otros dos lectores.
SINTESIS DE CAPÍTULOS
Capítulo 1 “De qué va la ética”
Este primer capítulo
trata sobre diferentes conceptos que
durante el texto se van explicando por separado pero, que inconscientemente al avanzar la lectura se
relacionan entre sí, para finalmente terminar en un todo, es decir en un solo
concepto clave que es “la libertad”.
Este, comienza relatando sobre las
diferentes ciencias que se estudian en el mundo ya sea por interés propio o por
simple aprendizaje para la obtención de
algún beneficio, tal como, el ganarse la vida día a día. Aquí, se hace
referencia a que estamos rodeados de conocimientos llamativos, atractivos e
interesantes pero, que podemos vivir sin ser capaces de estudiarlos o saberlos.
Debido a que, uno aprende lo que sabe, meramente por voluntad, por
conveniencia, o simplemente para sacar beneficio de algo. También, deja en
claro qué, lo que pueda ser la vida de un individuo, es el resultado de lo que
quiere cada uno para sí mismo y, es así como surge el máximo concepto de este
capítulo que es la “libertad”, con la cual todos tienen derecho a decir “si o no”
ante cualquier eventualidad. Sin embargo, deja en claro que, las personas no son libres de escoger lo que son o lo que les
pasa, sino que son libres de hacer y elegir, lo que estimen conveniente para la
construcción de su vida y su futuro.
Capítulo 2 “Ordenes,
costumbres y caprichos”
En este capítulo
Fernando Savater explica como los hombres libres tienen la necesidad de decidir
por algo en un determinado momento. Se pueden tener dos opciones de las cuales
solo se podrá escoger una, a veces, incluso escoger esta sin que uno quiera.
Las acciones o respuestas a las situaciones que se presenten deben decidirlas
los hombres. Lo que se hace cada día, en cambio, pueden llegar a ser costumbres
que se realizan sin pensarlas, por ejemplo él comer, el vestirse o él peinarse.
Se puede elegir, pero hay veces en las que se ven obligados a tener que decidir
sobre algo que ha sido impuesto. Por ejemplo si hay un tsunami,
se puede decidir si quedarse en casa o subir un cerro para protegerse, pero no
si queremos el tsunami.
En el momento de realizar una acción, este se puede
hacer por tres motivos:
- Costumbre: porque es una rutina habitual en la
persona y se hace sin pensarlo.
- Obligación: porque se impone y se tiene como
consecuencia un castigo o recompensa.
- Capricho: porque es personal e individual y se hace por tener el deseo de hacerlo.
La mayoría de las decisiones son caprichos pero, no
todo se guía por lo que se uno quiere, para esto existen también las ordenes
y costumbres, que en conjunto
complementan la vida de las personas.
Capítulo
3 “Haz lo que quieras”
En este capítulo se explica que el actuar de las personas esta mediado
por órdenes, costumbres y caprichos como por ejemplo, unos obedecen porque otros los mandan, van a un lugares
porque se sigue una rutina, o se dejan llevar por un instinto pasajero
(capricho) , pero al momento de tomar enserio las decisiones, estas razones
pierden importancia. Esto se explica que tiene que ver con la libertad propia, la
cual es la capacidad de decir sí o no, dependiendo de lo que uno desea. Es lo
más opuesto al “dejarse llevar” ya que, al momento de reflexionar sobre la decisión
tomada es cuando uno se cuestiona sus motivos.
La
palabra moral, etimológicamente tiene que ver con las costumbres según el
latín, y así es también como tiene que ver con las órdenes, pues la mayoría de
los preceptos morales se relacionan con el que “debes” y el que “no debes”. Por
otro lado, Moral es lo que se considera como válido en la comunidad en que se
habita. Si por esto, se quiere emplear bien el concepto de libertad, hay que
anular las órdenes, costumbres y caprichos. De igual manera se explica que la
palabra Bueno se refiere a docilidad y el no llevar la contra, pero que es difícil
catalogar a alguien como bueno o malo, porque el concepto varía según la
cultura, tópico y contexto en el que se encuentren los diferentes grupos
sociales. Por ende, no hay una regla universal que delimite el ser bueno.
Capítulo
4 “Date la buena vida”
En este capítulo
se habla de que las personas no son libres de no ser libres, porque no tienen
más remedio que serlo, es decir, se está condenado de cierta forma a la
libertad. Si se desea darse la buena vida, es por la elección individual del
sujeto, desde el propio punto de vista y de lo que crea que es lo que más le
conviene. Se desea eso y lo aquello, lo uno y lo otros, esto gracias a que uno
es libre de hacer lo que se quiere, pero no de hacer lo que se le da la gana en
cualquier situación.
La buena vida humana aquí
se refiere a la buena vida humanizada, entre pares. Como personas se quiere ser
tratado como tal, porque eso es la humanidad, la cual depende en gran medida de
lo que uno construye con los otros o gracias a otros. La cultura en la cual se
comienza la humanización, parte con el lenguaje, ya que es el primer contacto y
lazo que se tiene. Asimismo existen variadas formas de contacto y humanización,
como el basar las relaciones en el respeto y miramientos humanistas que uno tiene para los otros. Lo más
importante que habla el capítulo es que para uno ser humano, necesita de otro
que le enseñe a serlo, es algo mutuo. Por eso, “darse la buena vida es dar la
buena vida al del lado”.
Capítulo 5
“¡Despierta, baby!”
En este capítulo se relata la historia de dos personajes que creen
darse la buena vida, pero que al final de todos sus actos es donde se dan
cuenta que cometieron grandes errores y que su concepto de buena vida estaba
totalmente distorsionado.
La primera historia cuanta
sobre Esaú, quien por un plato de lentejas en un momento de hambre, decidió
cambiar su herencia del primogénito a su hermano Jacob justificando el cambio
por una visión de una futura muerte. Por otro lado, se relata la historia de
Kane, quien se dedicó durante muchos años a vender a todas las personas, para poder
comprarse cosas carísimas; él estaba obsesionado con la riqueza que no se percató,
que trato a las personas como cosas, por
lo que los que lo rodeaban fueron perdiendo su afecto, devolviéndole con el
mismo trato. Sin embargo, ya en el lecho de su muerte se da cuenta que la
riqueza no era lo que le hacía feliz, si no que era su trineo de infancia por
el cual sentía mucho afecto debido a los recuerdos que este le traía.
Con estos relatos, queda claro que ambos
querían darse la buena vida pero no sabían en qué consistía esta. Aquí se
reflexiona con lo que realmente es vivir. Uno de los temas que trata a su vez,
la ética, es la moral, que no cosiste en cumplir las reglas, si no que
comprender cuales comportamientos nos hacen tener una buena vida partiendo por
el apego a otros seres humanos.
Capítulo 6
“Aparece pepito grillo”
La imbecilidad, se habla en este capítulo dentro del contexto de estado
de anímico, espíritu debilucho y cojitranco. Se menciona que hay varios tipos
de imbéciles a elegir, como: El que cree que no quiere nada (todo le da igual),
el que cree que lo quiere todo (quiere todo a la vez, el que no sabe lo que
quiere y no se molesta en averiguarlo (imita al resto), el que cree saber lo
que quiere y el que quiere con fuerza y ferocidad pero se engaña así mismo
sobre la realidad.
Todo sujeto mencionado en
el párrafo anterior, necesita apoyarse en cosas externas que no tienen que ver
con la libertad y reflexiones propias de un individuo. Lo contrario de ser
imbécil es tener conciencia, lo que no consigue por azar, sino que son habilidades
que se desarrollan desde antes, como el hecho de tener un buen oído ético y
gusto moral desarrollados con la práctica. ¿En qué consiste la conciencia que
cura la imbecilidad? Pues bien, consiste en que no todo de igual, en fijarse
que lo que se hace es lo que se quiere, en demostrar que se es responsable de los
propios actos. Hay que saber lo que se quiere y sentirse bien con sigo mismo. El
remordimiento aparece cuando el individuo se percata que ha hecho algo mal. De
igual manera entonces, se es libre de poder errar, y es a causa de esto el
remordimiento, porque uno sabe que ha errado sabiendo que lo que quería hacer
era lo otro.
Capítulo 7
“Ponte en su lugar”
El autor comienza citando la travesía de Robinson Crusoe, el cual se
encuentra en una isla, donde se enfrenta a los desafíos de la naturaleza y la
sobrevivencia, pero descubre una huella de un humano que lo hace hacerse varias
preguntas del cómo enfrentar la situación porque, ya no solo se enfrentara a
cosas de la naturaleza si no que a situaciones netamente humanas. Aquí el autor
deja en claro que el interés de la ética es como vivir
bien la vida humana, la vida que transcurre entre humanos.
Posteriormente se
reflexiona sobre las personas “malas” y “buenas”, teniendo bien claro que quien
hace cosas “malas” no deja de ser humano por ello; y que todas las acciones son
imitación de otras, de ahí la relevancia de dar el ejemplo de que quien roba,
miente, mata o viola no deja de ser humano. Habla también de la importancia de
ponerse en lugar del otro para tratar de tomar en cuenta sus derechos humanos,
no solo según la institución pública, sino también la virtud de la justicia, o
sea la habilidad de cada uno para entender y vivir con nuestros semejantes. Es
esto lo que nos hace vivir bien.
Finalmente se resuelve la pregunta ¿En qué
consiste tratar a las personas como personas? Y es simple como ponerse en el
lugar del otro, más conocida como empatía.
Capítulo
8 “Tanto gusto”
El autor en este capítulo explica que la sexualidad del ser humano se
cree que está enfocada solo a la relación sexual (sexo), por lo que es un tema
que muchas veces y para gran parte de la sociedad se ve como algo amoral o
inmoral, porque se asocia a algo que no debe ser mostrado a la luz de todos,
pero esto depende de su uso, es obvio que será inmoral si se utiliza para
causarle daño a alguien. El cuerpo está hecho para disfrutar, por lo que los
miedos o tabúes no son más que el miedo al placer. Aquel que se empeña en no
gozar porque piensa que alguien lo está pasando mal, lo único que logra es
amargarse la vida. Estos son los puritanos, los cuales piensan que algo es
bueno cuando no les agrada hacerlo.
El
placer es algo que no se deja de lado, pero el mismo llega a ser culposo porque
no se saben cuáles son los límites de hasta dónde puede llegar, por lo que hay
que darle el uso necesario, pero sin abusar del mismo; sabemos que su límite es
cuando perjudica, que es cuando ya no da la alegría cotidiana. Para
vivir bien la vida es necesaria la alegría, por lo que hay que disfrutar los
placeres de la vida, sean cuales sean, porque existen para aceptarlos y
disfrutarlos. Hay que ayudar a los demás cuando lo necesitan, pero no hay que
lamentarse por no estar pasándolo mal con ellos.
Capítulo
9 “Elecciones generales”
En
este capítulo, Savater se cuestiona ¿Cómo se relaciona y diferencia la política
de la ética? Pues bien la ética es el arte de elegir lo que más nos conviene y
vivir lo mejor posible, y la política se encarga de organizar lo mejor posible
la convivencia social. Sin embargo estas presentan sus diferencias, la ética se
ocupa de lo que uno mismo hace con su libertad, mientras que la política
intenta coordinar de manera provechosa para el conjunto de sociedad lo que
muchos hacen con sus libertades. También en la ética lo importante es querer
bien, porque no se trata más de que cada cual hace lo que quiere porque así lo
decide y para la política en cambio lo que cuentan son los resultados de las
acciones no importa el medio por el que se consigan estas.
¿Cómo será la organización política preferible,
aquella que hay que esforzarse por conseguir y defender? Pues bien el sistema
político deseable según el capítulo, tendrá que respetar al máximo o limitar
mínimamente las facetas publicas de la libertad humana, deberá ser justa es
decir considerar los intereses del otro como si fuesen suyos y tomarse a la
sociedad enserio, reconocer su dignidad, simpatizar con sus necesidades, entre
otros. Y por último tiene que
garantizar la asistencia comunitaria, pero no a costa de la libertad y
dignidad.
ANÁLISIS
PERSONAL
Capítulo
1 “De qué va la ética”
¿Podemos
vivir sin saber todo? La respuesta a este planteamiento es que sí, ya que como
individuos , lo que estudiamos o aprendemos lo hacemos solamente por necesidad
y conveniencia, debido a que a nosotros como seres humanos, nos puede atraer
algo bueno, pero que en exceso no seguirá siendo bueno, ya que puede traer como
resultado, efectos perjudiciales sobre nosotros mismos. Aquí se demuestra
claramente nuestra mediocridad, debido a que no buscamos saber más de los poco
que entendemos o de lo que nos conviene, porque como podemos vivir con unos
cuantos conceptos que suplan nuestras necesidades básicas o que nos ayuden a
enfrentar la vida, el resto del conocimiento que no influye o no interviene en
nuestro normal vivir, pasa a segundo plano o simplemente es desechado de
nuestras prioridades.
Como seres humanos pensantes,
tenemos algo característico que nos diferencia de los demás animales, y es lo
que conocemos como Libertad. Esta, nos
permite ser capaces de escoger y hacer lo que queramos para nuestra vida, es
decir, nosotros la construimos según nuestros gustos y necesidades. Por lo
tanto, también tenemos la libertad de escoger nuestros actos, de formarnos como
personas, de adquirir los valores y aptitudes que queramos. Tenemos la libertad
de poder decir “sí” o “no” frente a una problemática que se nos presente en la
vida y de poder responder como cada uno estime conveniente. Es esencial para nosotros como futuros profesionales de la salud,
reconocer en lo anterior, que cada uno se
vale de su libertad individual, para tomar sus propias decisiones.
Siendo
profesionales, estaremos expuestos diariamente a situaciones en las cuales,
tendremos que decidir qué es lo más adecuado tanto para nosotros, como nuestros
usuarios, familia, comunidad y el equipo
de salud que nos rodeará, resolviendo así, con una mirada holística frente a
ellas.
Capítulo
2 “Ordenes, costumbres y caprichos”
Para realizar
acciones o motivaciones, tenemos la opción ciertas veces de elegir lo que nos
sucede, siempre cuando tengamos la solución a esto. Hay veces en que tenemos
que optar solo por una cosa dentro de una carta de opciones, en contra de
nuestra voluntad de poder elegir algunas o todas. Por ejemplo, puedo optar por
asistir al cumpleaños número uno de mi hermano o estudiar para el examen del día siguiente, o hacer las dos,
pero al tener poco tiempo, solo puedo optar por una. En este caso podré optar
por asistir al cumpleaños, pero asumiendo las consecuencias de presentarme al
examen no bien preparado; o, preferir estudiar y aprobar el ramo, antes de
asistir al primer cumpleaños de mi hermano pequeño. Aquí la decisión es muy
difícil, pero así como el inicio de nuestra concepción, la vida está llena de
elecciones a realizar. A diario nos vemos enfrentados decisiones tan simples como
escribir o tan difíciles como decidir arriesgar la vida por otro.
Dándole un enfoque profesional, uno
toma decisiones por orden de un jefe superior, quien es el que guía los
acciones que uno debe tomar, por ejemplo cobrar cierto dinero por consulta o
atender solo a un determinado tipo de usuario; pero, también nosotros como seres
libres, tenemos derecho a tomar decisiones por costumbre, por ejemplo de
realizar cierto tipo de exámenes, para ciertos síntomas, aunque sean estos
impuesto anteriormente. No obstante, uno no debe consultarle al jefe que hacer,
porque uno tiene la especialidad hecha costumbre, así como también el trato que
debe darle al usuario. Sin embargo, en estos casos, no puede darse la libertad
de optar por un capricho, suministrando un examen, un medicamento, o un
tratamiento al azar al usuario, ya que los caprichos que uno elige, nunca deben
arriesgar la integridad, la vida, la libertad ni el respeto hacia otra persona.
Capítulo
3 “Haz lo que quieras”
El
concepto libertad fue uno de los primeros relatados en el capítulo por lo tanto
uno de los primeros que reflexionamos. En el texto se define como algo que
tiene que ver con la toma de decisiones individual y sí, es netamente evidente porque, para cada cosa
que realizamos tenemos que decidir si lo hacemos o no, reflexionado previamente
si nos conviene o no la decisión, lo que nos lleva de inmediato a una idea
clave del capítulo sobre qué es lo bueno o malo al momento, así como si la
decisión es éticamente lo correcto. Y es en este punto donde creímos haber sabido lo que es bueno y lo que es malo
pero poniéndolo en tela de juicio, porque quien dice que lo que es bueno para
nosotras puede ser bueno para los demás, por ejemplo, la donación de órganos,
para nosotras es el acto más bueno y correcto, pero para otros puede ser
abominable, porque la persona que dona sus órganos atenta contra su propio
templo. Por lo que llegamos a la misma conclusión del texto, es decir, no hay reglas exactas que definan lo que es o
es ser bueno. Esto se da entonces,
porque las leyes morales dependen
estrechamente del nuestro desarrollo a través del tiempo, de nuestras experiencias,
y de la comunidad en la que estemos insertos, con su cultura y costumbres.
No
podemos catalogar entonces lo que es bueno o malo, o juzgar lo que es bueno o
malo para otra persona, ya que vivimos en un mundo universal, donde cada ser
individual trae consigo una historia, una cultura o una religión que lo hace
actuar de cierta forma de acuerdo a su
propia línea ética y moral. Empero, lo que si podemos tener en claro es que uno
puede creer en lo que sea y seguir la cultura que sea, siempre y cuando no se
atente contra la libertad de la otra persona o grupo.
Capítulo
4 “Date la buena vida”
En el transcurso de la vida nos preguntamos siempre hacia dónde ir y
que elegir, especialmente cuando damos el paso hacia la vida adulta; muchas
inquietudes, prejuicios, deseos de lo que quiere la familia para nosotros y lo
que nosotros queremos para sí mismos. La ética nos enseña que lo que queremos
es lo que debe guiar nuestras decisiones porque somos libres de elegir como
será nuestra “buena vida” y como vivirla.
Cuando leímos en el texto “estamos condenados a la libertad” fue ¡sí!
Pues realmente es así, cada accionar lo hacemos con nuestra propia libertad,
porque nosotros lo queremos, porque nosotros lo deseamos. Sin embargo, tenemos
que ser capaces de ver más allá de lo que se nos apetece en un momento
determinado, y lo que realmente queremos como meta futura.
Debemos confesar que pensamos en muchas cosas
de momento que deseamos con tanto afán, como la ropa de temporada, zapatos, y
muchas más, que no tienen mayor importancia. Pero, tampoco fuimos egoístas, ya
que priorizamos lo que queremos a futuro en nuestra vida, como el poder ayudar
a nuestras familias que se sacrifican día a día para entregarnos educación,
así como el poder progresar
profesionalmente, teniendo un buen vivir ayudando a nuestros futuros usuarios
que pondrán su confianza e inquietudes en nuestras manos. Por otro lado, puede
que deseemos tener todas las riquezas y comodidades del mundo sin mayor
esfuerzo, pero, esto no debe significar sacrificar las relaciones de amor que
tenemos con nuestra familia, amigos, compañeros, entre otros, ya que finalmente
luego de tenerlo todo, nos daríamos cuenta que en realidad no tendríamos nada,
ya que lo más valioso es el afecto humano, los lazos y el amor mutuo, los
cuales entregan la buena vida.
Capítulo 5
“¡Despierta, baby!”
Darnos
la buena vida es a lo que apunta este capítulo. Para lograr esta, se
necesita estar satisfecho con lo que uno es como persona; es saber entregar
afecto, ayuda, comprensión y compañía a los humanos de alrededor, ya que somos
los únicos seres que podemos darlo, porque eso nos hace seres humanos, en eso
consiste la humanidad.
Todo el amor y
el querer hacer bien al otro, se anula cuando somos avaros y nos enfocamos en
las cosas materiales, las cosas que son de corta duración y temporales, dejando
de lado así las cosas que verdaderamente son relevantes y edificantes, como el
poder relacionarnos de manera armoniosa con nuestro entorno, como el asumir los
problemas de la vida y buscarles solución; esto es lo que nos hace grandes
humanos, esto es lo que permite nuestro buen vivir. En cambio las personas que solo se concentran
en obtener el éxito material como el dinero por ejemplo, al estudiar solo por
eso una carrera de salud con buena remuneración. Si bien, son felices durante
la adquisición de estos bienes, esta felicidad se terminará a penas se den
cuenta que lo material, los convirtió en personas egoístas y frustradas, y
cuando esto suceda, estarán solos a causa de su egoísmo.
El dinero y los bienes, si bien nos ayudan a
suplir gustos y extravagancias, no es lo más importante, de echo es lo menos
importante para obtener el buen vivir;
en el caso de nosotras como estudiantes de fonoaudiología, estudiamos
porque tenemos el gusto de servir a otro que necesite de nuestra ayuda, tenemos
la capacidad de entregar lo que dispongamos con tal de suplir una necesidad. El
dinero da igual, porque al final de todo, de nada sirve ser el más rico del
cementerio.
Capítulo 6
“Aparece pepito grillo”
Con
respecto a los tipos de “imbéciles” mencionados por el autor suele ocurrir en
diversas etapas de la vida, podemos reflexionar que es muy difícil notar
claramente lo que queremos o no, pero únicamente nosotros podemos tomar aquella
decisión.
Los tipos de imbecilidad para
nosotras aún se ven reflejados en ciertas conductas al momento de tener que
escoger algo por ejemplo, hay veces en que nos da lo mismo si somos nosotras
las que tomamos las riendas en algún trabajo dentro de la universidad, asimismo
a veces nos da lo mismo en un momento de molestia, arreglar las cosas o no con
esa persona. Así es como muchas veces pasamos a llevar a las demás personas de
nuestro alrededor, por un beneficio de conveniencia propia; y al obtenerlo
finalmente, pocas veces logramos darnos cuenta que perdimos a ese ser querido
por una estupidez. Esto es lo que conocemos como egoísmo, que a veces nos
domina sin poder evitarlo, alejándonos entonces de nuestra idea de poder lograr
vivir la humanización, ya que no reconocemos al otro como tal, sino que solo
nos centramos en nuestro bienestar. Finalmente nos damos cuenta que fuimos libres,
que cada error que cometimos, fue únicamente decisión de nosotros, pesando
bastante el remordimiento y la autocrítica del porqué lo hicimos , pero
como estamos atrapados al último que culpamos, es a somos nosotros mismos.
Capítulo 7
“Ponte en su lugar”
El
relato de la historia del naufrago Robinson Crusoe hace darnos cuenta de cuan
complicadas pueden llegar a ser las relaciones humanas. El hecho de no saber
cómo actuar ante un desconocido, no saber si ponerse a la defensiva o en
completa amabilidad, influye en esto acaso en que somos seres muy complejos o
simplemente somos nosotros los que ponemos las cosas difíciles y las barreras
frente a los problemas.
En nuestro caso, nos cuesta
expresarnos frente a un grupo abundante de personas, por miedo a equivocarme al
hablar, en lo que diga o al rechazo mismo. Viendo esto desde cierto punto de
vista, es muy absurda la posición que tomamos frente a estas situaciones,
porque todas las personas tenemos el derecho a equivocarnos, y esto forma parte
del aprendizaje y de la propia libertad a expresarnos. Si bien, no siempre
ocurre así, ya que en grupos más
pequeños o con personas que tengo mayor grado de confianza ocurre todo
lo contrario, sale nuestra verdadera personalidad, aflora nuestro verdadero yo,
carismático y espontaneo. Es por esto que no podemos explicar, porque frente a
otros ocultamos quizás como defensa nuestra verdadera personalidad. Pero, lo
que puedo dejar en claro después de la reflexión es que siendo buenos o malos
en algo, no dejaremos de ser tratados como humanos. Quizás eso es lo que nos
tiene que dar el empujón y confianza en nosotras mismas.
Capítulo
8 “Tanto gusto”
Muchas veces lo moral y amoral se ve
relacionado con el tema sexual, por lo que desde ese punto de vista, el placer
y el gozo de la vida de cualquier ser humano puede ser catalogado de bueno o
malo, dependiendo de las características o creencias de la persona que esté
mirando desde su punto de vista el sexo. El placer puede verse como algo positivo
ya que mejora la vida. Su control y uso de se puede mirar desde dos visiones;
desde el uso, el cual enriquece la vida; y la del abuso, que la empobrece. (Siempre
con autonomía). El placer de sentirse culpables por abusar de ellos, es para
los que desean un castigo, al contrario de la templanza, la cual pone el placer
al servicio de la alegría. Así es como el placer se ve como una manera
moral para vivir la buena vida y del cual no se debe tener miedo, porque nos
ayuda a alcanzar la plenitud, obteniendo como resultado el no sentirse esclavo
de los placeres mismos.
Encontramos
que es absurdo negarse a los placeres de la vida, porque estos existen para
disfrutarlos, traernos alegría, distracción, etc. Pero no solamente haciendo
referencia al plano sexual, sino que también a otros placeres, como el comer
harto y degustar exquisiteces, como lo es para nosotras. Muchas personas comen
con culpa, y eso es lo peor que nos puede ocurrir como seres humanos. Sentir la
culpa de disfrutar cosas que nos proveen el mundo y la vida misma.
Capítulo
9 “Elecciones generales”
Partiremos diciendo que nos
consideramos totalmente incultas en lo que es política. Nunca en nuestras vidas
nos hemos preocupado ni interesado por ella; tampoco recibimos educación de
nuestras familias o cercanos sobre ella, solo inclinaciones políticas que se
fueron heredando y traspasando casi genéticamente.
Según el
texto, hay un gran rechazo hacia la política, ya que por lo general se hacen
demasiadas promesas que son difíciles de cumplir pero fáciles de olvidar, y no
todas responden a las expectativas de la gente debido a que hay una gran
exigencia por parte de ellos hacia los políticos.
Nosotras
creemos que el problema dentro de la política es que las personas creen que los
políticos son seres sobrehumanos, los cuales pueden resolver nuestros
problemas y la vida misma, confiando
ciegamente en ellos, sin ver las dificultades y el tiempo que se requiere para
lograr un propósito o los beneficios y
prejuicios de intermedio que puede significar el lograr lo prometido. Por otro lado, al equiparar la
política y la ética , se puede deducir que ambos buscan el bien común, ambos
quieren el vivir bien; claro que mientras la ética lo define como “ elegir lo
que más nos conviene y vivir lo mejor posible”, la política busca “organizar lo
mejor posible la convivencia social, para que cada cual pueda elegir lo que le
conviene”.
CONCLUSIÓN
Este libro deja al lector, o a
nosotras como lectoras, una enorme
reflexión sobre el porqué de la ética, la moral, la libertad, la elección.
Cosas cuya utilización en nuestras vidas es constante, y por las cuales nos guiamos a diario al momento de tomar decisiones,
de relacionarnos, de elegir lo que para nosotros es bueno o malo y a su vez lo
que nos es conveniente y lo que no . Estos conceptos son parte de nuestro
diario vivir, pero su significado varía según la persona que lo adquiera, ya
que no es algo concreto si no que es abstracto y maleable, tal como el amor.
Lo ético, no nace con nosotros, no
lo heredamos genéticamente, pero si lo adquirimos desde que nacemos, ya sea por
el legado cultural que nos dejan nuestros progenitores, la localidad en la que
habitemos y nos desarrollemos, así como también las personas con las que nos
relacionemos desde el comienzo de nuestro crecimiento y de las cuales tomemos
moldes y referencias de lo que esperamos llegar a ser como personas.
Como seres humanos tenemos una cualidad que
nos hace superiores al resto de los animales y es el poder pensar, el tener
conciencia de que estamos aquí y que podemos con nuestras manos, construir
nuestro futuro según las expectativas que tengamos de este. No somos maquinas, ni animales que están
programados para cumplir cierta función dentro de la cadena alimenticia o de
supervivencia. Podemos elegir, tenemos la libertad de elegir lo que queremos ,
lo que deseamos, lo que nos proponemos , incluso con las personas que nos
relacionamos y de las cuales formamos una familia propia, una familia integrada
de acuerdo a lo que yo busco de otras personas o a las cualidades similares a
las mías que estas presenten.
“La gran virtud de los seres
humanos racionales y nobles es la aptitud para vivir juntos como iguales, sin
reclamar para sí nada más de lo que libremente se otorga a otro”. Jhon Stuart
Mill.
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